miércoles, 16 de junio de 2010

Cuando el Staycation toca mi destino

La crisis económica que atraviesan los principales países emisores de turismo han dejado consigo no sólo una saga de números rojos en crecimiento, sino una gran cantidad de expertos en gestión de destinos, sin argumentos ni herramientas para enfrentar lo que parece ser una réplica de la gran depresión del siglo XX.

Los resultados no se hacen esperar, y es justo el Staycation: neologismo que viene de: stay (permanecer) cation (vacation), y se traduce como “permanecer en casa en vacaciones”, lo que se está dando como el comportamiento del consumidor con mayor progresión.

Hablamos de un turista que apenas pernota en hoteles, que realiza excursiones por libre, siendo la mayoría de ellas de día y con un mínimo gasto por pax. Lo que constituye una importante amenaza para aquellos países donde el turismo forma parte significativa de su PIB.

Cierto es, que como bien dice el refrán “cuando las cosas se ponen duras, sólo los duros salen a flote” por lo que nos queda luchar con las mejores estrategias de comunicación y promoción por cada turista disponible, y para aquellos destinos que puedan sacar provecho del Staycation, realizar acciones que motiven no solo su salida del hogar sino un incremento en su consumo fuera de este.

La situación nos llama a utilizar las técnicas del lince al momento de casar: observar, recechar y atacar, sin desperdiciar tiempo ni esfuerzos.